Un día como hoy, 18 de agosto de 1936, fusilaron, en los alrededores del municipio de Alfacar, al poeta granadino Federico García Lorca, hace 76 años, al comienzo de la Guerra Civil.
Lorca nació en Fuentevaqueros en 1898. Desde pequeño empezó a mostrar su interés por la litera dedicandose más a este arte para convertirse en una de las figuras granadinas más conocidas de la historia. Entre sus obras destacan "Poeta en Nueva York", escrita durante su estancia en la ciudad norteamericana, "Bodas de Sangre", "La casa de Bernarda Alba" o "Yerma". El poeta y dramaturgo era un enamorado de la cultura de su tierra y sus costumbres, demostrando un especial interés por el folclore andalúz al que dedico buena parte de su obra. Además de dedicarse al mundo de la literatura, destacaban sus ideas y preocupaciones políticas. Sus ideales políticas eran afines a los ideales republicanos. Durante la segunda republica, cuando Fernando de los Ríos fue nombrado Ministro de Instrucción Pública, puso a Lorca al mando de la compañía teatral "La Barraca". Se dedicó en esos años producir, dirigir, escribir y adaptar obras teatrales y llevarlas a todos los rincones de nuestro país. También, en 1933, hizo un viaje a Argentina para promover la puesta en escena de algunas de sus obras.
Fue un hombre comprometido con su tiempo, con la cultura y con los valores cívicos de la República. Sin embargo al estallar la Guerra Civil, en 1936, trasn ser denunciado es detenido en casa de un amigo, el poeta Luis Rosales. Fue fusilado por orden del gobernador civil de Granada José Valdés Guzmán. Así fue como Lorca pasó a ser uno de los personajes más importantes de nuestra historia, no solo por su obra, sino por la muerte indigna que le dieron, como a tantos miles de españoles, un grupo de personas que decían mirar por el bien de España y acabar enterrado en una de tantas fosas comúnes como hay en la geografía española.
Hoy más que nunca debemos tener presente este hecho, con los tiempos que corren. Debemos mantener vivo nuestro legado y sobre todo refrescar la memoria histórica a tantos señores y señoras a los que se les ha olvidado lo duro que fue el periodo de la Guerra CIvil y sus consecuencias para miles de familias. Defender nuestro patrimonio a través de la historia y recordar estos hechos sin dejar que la derecha, una derecha bastante parecida a la de hoy día que ya una vez dividió el país en dos bandos, intente apoderarse de actos que corresponden al pueblo celebrarlos para intentar cambiar el curso de la historia y atreverse a sentir una muerte, como otras tantas, provocada por ellos mismos.
Compañeros y compañeras os invito que entre todos mantegamos vivo el legado de la memoria histórica para tener siempre presentes nuestras raíces y así no ser manipulados por quienes solo buscan el beneficio propio en vez de buscarlo para el pueblo.
Salud y República.
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