sábado, 20 de noviembre de 2010

MANIFIESTO DE JSA GRANADA POR LA RETIRADA DE LA SIMBOLOGÍA FRANQUISTA



Si esto es un hombre

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

(Primo Levi, Si esto es un hombre, 1947)

Estas palabras del malogrado escritor y superviviente de Auschwitz, Primo Levy, que dedicó su vida al reconocimiento y memoria de las víctimas inocentes de la barbarie nazi, tienen hoy día mayor relevancia que nunca.

Hoy, cuando parece que sólo nos importa el presente o nuestro bienestar más inmediato, cuando se pretende que releguemos al olvido la barbarie de nuestra guerra civil, que borró de la historia brutalmente generaciones de vidas inocentes, cuando algunos pretenden con este olvido asesinar lo único que nos queda de ellas; su recuerdo, su dignidad.

Por eso hoy, es aún más importante que los hombres y mujeres que vivimos en democracia y libertad gracias a su sacrificio, honremos su memoria.

Si permitimos con nuestro silencio o con nuestra indiferencia que pervivan símbolos que glorifican a los verdugos, a aquellos que siguieron cometiendo crímenes contra inocentes incluso una vez terminada la guerra, no sólo injuriamos la dignidad y el recuerdo de sus víctimas, de aquellos que sacrificaron su sangre y su vida por los mismos valores en los que creemos y en los que vivimos, sino que también nos olvidamos del precio de vivir en libertad, de buscar la justicia en nuestra sociedad.

Pretenden hacernos creer que el camino de la democracia, de la justicia social, de la igualdad es irreversible, pero nada más alejado de la realidad.

Si no somos conscientes de que estos valores necesitan ser reivindicados y defendidos con la misma perseverancia y naturalidad con la que respiramos, puede que algún día nuestros sueños de libertad, justicia e igualdad acaben en pesadilla, y puede que otras generaciones de inocentes vuelvan a pagar ese precio.

Nuestra, de los que hoy vivimos estos tiempos, es la responsabilidad de mantener vivo el recuerdo de los sacrificios de las víctimas, de la ignominia y la vergüenza de los verdugos, de la defensa de aquellos que no pueden defenderse por sí mismos, de aquellos que son perseguidos por ser diferentes.

Porque sólo desde ese recuerdo dignificaremos nuestro presente, el de aquellos que no tuvimos que sacrificarnos, y sólo desde la constante lucha por los valores de una sociedad más justa ganaremos la libertad de un futuro mejor, un futuro que no sólo nos dignificará a nosotros, sino a aquellos que perdieron su vida , que lo sacrificaron todo para que sus hijos y los hijos de sus hijos tuvieran la posibilidad de vivir en libertad.

Y por eso es necesario volver a repetir los versos finales de Primo Levy:

Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.


Juventudes Socialistas de Andalucía en Granada
Comisión Ejecutiva Provincial
Secretaría de Cultura y Memoria Histórica




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