La sanidad que está implantando el PP camina hacia el repago y las privatizaciones. El PP vende hospitales, cierra quirófanos, elimina servicios, recorta ambulancias y ya le ha quitado la tarjeta sanitaria a parados y extranjeros allí donde gobierna.
Por el contrario, para los socialistas el gasto sanitario no es tanto un gasto de dinero sino una inversión del mismo. Una inversión en empleo, en tecnología, en conocimiento, en desarrollo, y, por supuesto, en salud.
Andalucía es la comunidad autónoma que más invierte en atención primaria, por ejemplo. Y además es un servicio mayoritariamente público (sólo un 4’7% de conciertos con la privada, frente al 10’4% del conjunto de España o el 25’3% que alcanza Cataluña).
JSA Granada llamamos "repago" a la política sanitaria de la derecha, en lugar del más popular “copago”, porque allá donde se implanta se hace que los ciudadanos paguen dos veces por el mismo servicio. Ya hace tiempo que la financiación de la Sanidad pública se hace vía presupuestos de la Administración, y por tanto a través de los impuestos que todos pagamos (y que bien se ha ocupado Rajoy de subir). Por tanto, es falso que ahora no se pague; se pagan los impuestos, que para eso están.
Además, el repago no es un peligro del futuro, sino una realidad del presente. Veamos ejemplos de ello:
- En Galicia se han aprobado tasas por cerca de 300 euros para consultas de urgencias.
- En Cataluña se han cerrado quirófanos por las tardes, pero te puedes operar si pagas. Con lo que quien se lo pueda permitir se salta las listas de espera.
La lista de recortes sería interminable, pero como ejemplo podemos tomar uno de los últimos hasta el momento: suprimir los test de algunas enfermedades detectables a través de la llamada “prueba del talón”, dejando en grave riesgo a los bebés. Así, mientras en Andalucía se pueden descartar hasta 30 enfermedades con esta prueba, en Valencia sólo 10 y en Castilla La Mancha 3. Esa es la diferencia.
Se entiende que, si en el PP son capaces de hacer rebajas en la protección de los bebés, qué no serán capaces de recortar en el resto de prestaciones sanitarias. Como contraste, nosotros proponemos en el programa electoral la extensión del Programa de Atención Bucodental Infantil hasta los 18 años.
Además, estos recortes afectan siempre a los mismos. Porque quienes sí se lo pueden permitir, podrán pagar para saltarse listas de espera, realizarse análisis más completos, etc.
La salud de los españoles no puede depender del tamaño de su cuenta corriente.
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