Andalucía marca la diferencia con la juventud
Han transcurrido apenas ocho meses desde que el señor Mariano Rajoy llegara a la Presidencia del Gobierno de la Nación y a mucha distancia de lo que engañosamente trasladara a la ciudadanía, la confianza en el país se encuentra en mínimos, la situación económica peor que nunca, la deuda pública en niveles desconocidos y el índice de paro en aumento y muy lamentablemente, por encima del 45 por ciento si hablamos de juventud.
Y todo ello, gracias a una agenda oculta y a una política de recortes que está teniendo en la población juvenil a una de sus principales dianas.
Una población cuyos pilares básicos de independencia personal, económica y social están siendo seriamente trastocados por los recortes presupuestarios del ejecutivo central del PP.
Recortes como la supresión de la Renta Básica de Emancipación que ha dejado en Andalucía a más de 1.000 jóvenes que esperaban acceder a esta sin posibilidad alguna de hacerlo.
Una comunidad que, en 2011, se situaba como la tercera de España en solicitudes resueltas de forma positiva, con cerca de 48.000.
La reducción de más del 20 por ciento del presupuesto de educación, al que el Gobierno Andaluz ha contestado manteniendo las ratios actuales y trabajando por sacar adelante las oposiciones para el profesorado bloqueadas por el Gobierno central desde hace meses.
Un recorte de más del 60 por ciento en el sistema universitario que va a mermar las posibilidades de nuestra juventud, en términos de igualdad de oportunidades, y que se hará efectivo en el próximo curso universitario con el recorte de becas de casi el 12 por ciento.
Y ello unido a una subida de las tasas universitarias, de hasta cuatro veces el precio actual, como en la Comunidad de Madrid. La Junta de Andalucía adquirió el compromiso de aplicar el mínimo que impone la ley, sin diferenciar además, entre las ramas de conocimiento para que muchos estudiantes no se disuadan de estudiar alguna rama por ser más cara.
Sin embargo, los recortes de Rajoy como los casi 2.000 millones menos con los que en 2012 contará la Secretaría de Estado de I+D+i van a provocar una auténtica fuga de talento en nuestro país así como una pérdida de la inversión pública materializada en formación de su juventud, unido a una reforma laboral que precariza aún más al empleo juvenil.
Para paliar esta situación, y mejorar los índices de empleabilidad de la juventud andaluza, se cuenta con el Plan MOTIVA, que es un Plan de Empleo juvenil dentro del paquete de medidas para la juventud del Plan GYGA. El empleo de la juventud andaluza es una prioridad para el Gobierno Andaluz, de ahí este Plan y la inclusión de los jóvenes como colectivo preferente en multitud de planes y acciones sectoriales.
Sin embargo desde la Junta de Andalucía se hace un fuerte apuesta la internacionalización de nuestros jóvenes, con ayudas para el aprendizaje en el extranjero y con la ayuda complementaria ERASMUS para los universitarios/as, que es actualmente la más alta de toda España, y de las pocas que quedan en vigor, después de que las Comunidades gobernadas por el Partido Popular las cancelases. Esta medida hace que los jóvenes andaluces mejoren sus capacidades lingüísticas y que adquieran nuevos conocimientos que aplicar después en Andalucía.
Y todas estas medidas que son una apuesta clara para los y las jóvenes andaluces, se hacen sin dejar atrás a los que aún están en etapas educativas inferiores y su situación les puede llevar a dejar los estudios, con ayudas como la BECA6000, por la que reciben 600 euros en diez mensualidades asociado a un buen rendimiento; o sin dejar atrás a los que quieren volver a la formación con ayudas como la Beca Segunda oportunidad, que es una ayuda económica de 400 € durante 10meses para jóvenes desempleados entre 18 y 24 años con cargas familiares que quieran reanudar sus estudios. Se ha aprobado la convocatoria de 3.000 becas. El presupuesto para la primera convocatoria asciende a 12 M€.
La educación es una firme apuesta de los socialistas, que se materializa también en el Sistema Universal de préstamos de libros en toda la fase obligatoria de la enseñanza, siendo la única Comunidad que hoy en día lo ofrece a las familias.
A estas medidas en defensa de la educación, el empleo y la emancipación que desde Andalucía se han llevado a cabo, también hay que sumar la apuesta por el capital social y crítico que aporta el movimiento asociativo juvenil y la acción colectiva, ya que desde el Instituto Andaluz de la Juventud se fomenta y apoya, con más de un millón de euros, a estas organizaciones y entidades que sin duda ayudan a dinamizar a la juventud andaluza.
Todo ello junto con la apuesta del Gobierno Andaluz por la preservación de unos servicios públicos básicos, por el desarrollo del II Plan Integral de Juventud 2011-2014 y poniendo en marcha la Ley de Juventud Andaluza hacen que los jóvenes andaluces podamos estar satisfechos de nuestro Gobierno en la Junta de Andalucía, más aún en un contexto de crisis global y en un entorno en el que se están recortando los derechos de los jóvenes desde los gobiernos de la derecha, porque Andalucía marca la diferencia con la juventud.
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