Esta crisis no es sólo española, es en toda Europa. Eso sí, cuanto
más débil es la economía de cada Estado, más la está sufriendo. O, mejor dicho,
más la estamos sufriendo sus trabajadores y trabajadoras. Por eso no podemos
luchar contra ella cada país por nuestra cuenta, sino que las soluciones tienen
que ser europeas. Sin embargo, las medidas que se están decidiendo hasta ahora
a nivel europeo dejan mucho que desear y están consiguiendo empeorar aún más la
situación económica con tanto recorte y tanto fanatismo por la austeridad.
Por
eso es importantísimo el hecho de que esta sea posiblemente la primera movilización masiva realmente
paneuropea. En todos los Estados miembros de la Unión Europea hay algún tipo
de movilización reivindicativa, y en varios de ellos se ha convocado Huelga
General. De hecho, ante la evidencia de que los problemas y las soluciones son
los mismos en España y en Portugal, por
primera vez en la Historia se ha convocado una Huelga General Ibérica. Este
es un pequeño signo esperanzador, ya que el capital sí que está bien organizado
para defender sus intereses globalmente, por lo que es imprescindible que la
clase trabajadora nos coordinemos con más fuerza, al menos en Europa, para
defender lo nuestro, lo que tantas décadas de sangre y esfuerzo ha costado
conseguir. Ha habido crisis antes y se ha salido de ellas. De nosotros depende
el salir reforzados, con mayor cohesión social y no con más desigualdad entre
ricos y pobres o entre Norte y Sur.
Veamos lo que
ha pasado hasta ahora, cuando todos los países decían “No somos Grecia”, luego
“No somos Irlanda”, “No somos Portugal”. Pues bien, ahora dicen “No somos
España” y “No somos Italia”. Si hay algún país que se cree libre de riesgo o
libre de culpa, se engaña a sí mismo igual que lo hemos estado haciendo los
demás. Ahora la trinchera europea está puesta en nuestro país, pero ello no
debe hacernos olvidar que los trabajadores europeos no nos salvaremos si no nos
plantamos todos juntos y entendemos que la
solidaridad europea es imprescindible, que la unión hace la fuerza, que juntos
podemos parar a los poderes
financieros y especuladores que están destrozando nuestro modelo de Estado del
bienestar.
Y si no, basta
con ver lo que ha pasado en Grecia, donde las medidas aplicadas, decididas en
Bruselas (o en Berlín según se mire), sólo han conseguido empeorar la
situación, destrozando ese país. Los recortes sólo están causando más paro,
menos derechos, más sufrimiento. Ningún
rescate ha funcionado, sino que la Unión Europea se ve obligada a hacer
otro, y luego otro, con sus correspondientes “medidas de austeridad”. Y así
seguiremos, hasta el infinito o hasta que ya la gente no aguante más. El problema, digan lo que digan, no está en
el gasto público sino en la recesión. No hay que recortar, hay que crecer.
“Austeridad” es tener dinero y no gastarlo para ahorrar pensando en el futuro. Lo que nos están imponiendo es “empobrecimiento”, quitarnos dinero de las necesidades básicas como la alimentación, la vivienda, la educación o la sanidad. Y no hay ningún motivo para pensar que lo que no está funcionando en Grecia, Portugal o Irlanda vaya a funcionar en España. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Es que acaso somos mejores? ¿Más listos? ¿Más trabajadores? No nos engañemos y que no nos engañen.
Ahora mismo,
en Europa ¡¡¡TODOS SOMOS GRECIA!!!
El 14-N podemos frenar todo esto. Por
nuestro futuro. Porque es tiempo de acción.
#14N
#esTiempodeAccion
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