Guillermo Quero, es un joven cachorro socialista de 26 años. O sea, que de cachorro nada. Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada, y con más master que cualquier hijo de un rico riquísimo. Un joven político, suficientemente preparado. Y habla y escribe inglés bien, y francés regular. Cofunda asociaciones estudiantiles, y organiza cursos y seminarios. Sabe comunicarse con los demás. Tiene capacidad de organización y de trabajo. Y es un joven casi treintañero, que se adapta a los ambientes multiculturales. Dirige los destinos de la juventud socialista en Granada. No entiendo mucho, nada diría yo de hombres referente a su belleza y apostura, pero dicen que es guapo con gafas. Y es alto de estatura, pero menos que su señor padre. Y aquí están sus respuestas...
(Fuente: granadadigital.com)
Pregunta.- Supongo que usted es un político de edad temprana con vocación política antigua... ¿Las juventudes de los partidos políticos son los viveros de las desgracias políticas que luego le ocurren al pueblo soberano cuando se gobierna y se administra las cosas públicas, o cuando se está en la noble y leal oposición?
Respuesta.- Como bien dice, mi vocación política despertó hace aproximadamente 9 años con mi entrada en la Universidad, aunque el interés por la misma venía de antes. Lo que me llevo a vincularme con una organización juvenil política fueron las movilizaciones en contra de la LOU. Allí descubrí que había más jóvenes como yo interesados por luchar por un interés común. Por tanto tuve la oportunidad de conocer las juventudes socialistas desde dentro y darme cuenta que también tienen un carácter de cercanía y enriquecimiento personal, porque sirven para conocer a jóvenes con tus mismas inquietudes políticas, que muchas veces en tu entorno más cercano no tienes. Siempre he pensado que es un perfecto espacio para el diálogo y el aprendizaje común, puesto que en nuestra organización se tienen muchas veces posiciones distintas sobre un mismo tema y eso te lleva a hacer un esfuerzo por ordenar y argumentar tus planteamientos y sumarlos a los del resto de compañeros y compañeras y articular un proyecto o discurso común que pueda ser defendido por todos, porque entre todos lo hemos construido.
P.- Fumar mata, eso dicen las cajetillas para echar humo... ¿Y fumarse un porro o canuto o beber alcohol hasta la extenuación, es la llave joven que abre las excelentes esencias políticas para el buen gobernar o la excelente oposición cuando se llega a mayor, o no lo es?
R.- No creo que tenga nada que ver una cosa con la otra. De hecho se quiere hacer una caricatura de los que somos los jóvenes de hoy en día, vinculándonos siempre con ese tipo de actividades, además malintencionadamente. Creo que para cualquier generación una de las mejores cosas que puede dejar en herencia es una mejor generación venidera, y la que nos precede así lo ha hecho. Por tanto, no es sano denostar a la generación mejor preparada de la Historia de España. Excesos los ha habido en todas las épocas de la historia y alimentar la idea de que cualquier tiempo pasado fue mejor, me parece caer en un error de bulto. Sinceramente creo que para participar en política se tienen que cumplir unos requisitos fundamentales que son lo de la honradez y tener claro que se está al servicio de la sociedad para el bien común y no el personal.
P.- Las industrias cinematográficas variadas son rentables cuando se realizan buenas películas o excelentes vídeos... ¿Y por qué todavía no se contemplan los “Goya” a los vídeos políticos de los políticos cachorros de los partidos políticos españoles?
R.- Las organizaciones juveniles normalmente tenemos un gran problema con nuestra fuerza a la hora de comunicar nuestras actuaciones. Y es en parte culpa de los medios de comunicación que tenga mayor repercusión mediática ciertas actividades que tienen más de anecdótico que de acción política que otras que sí lo tienen pero que no parecen que tengan interés para los medios de comunicación. Es decir, copan las portadas de los periódicos un video que pretende denunciar las actuaciones de determinados cargos públicos de una manera “original”, mientras que Juventudes Socialistas recoja casi 3 toneladas de material escolar y alimentos no perecederos para Honduras o haya puesto en marcha una campaña de venta de chocolatinas para ayudar a Haití, o que organicemos unas jornadas para hablar de inmigración ocupan como mucho la esquina inferior de la página 13 de determinado diario. Ante eso, necesitamos hacer una reflexión todos los agentes que intervenimos en la política diaria, para que dotemos de la relevancia mediática los aspectos que realmente son importantes.
P.- Hay que matar políticamente al enemigo... ¿Denigrar al contrario y vilipendiarlo con escarnio es un verbo político aceptado en todos los partidos políticos?
R.- Espero que no sea así, por el bien de los ciudadanos. Se ha llegado a un punto en el que las descalificaciones entre partidos son las que copan las portadas de los medios, mientras que por ejemplo en nuestra actividad parlamentaria se pactan las leyes entre los diferentes partidos, sin que ello tenga la más mínima repercusión mediática. De todas formas, desde mi punto de vista, las organizaciones juveniles tenemos que hacer un esfuerzo por situar en nuestra acción política las propuestas y la defensa racional de nuestros argumentos frente a la política de la crispación.
P.- Las edades deben de ser cada una a su tiempo... ¿Los futbolistas, los listos y la mayoría de los políticos jóvenes no estudian o estudian muy poco porque el mundo del fútbol, de la listeza y el político son la mejor universidad que prepara a los individuos con ganas de servir a la sociedad?
R.- La formación es hoy en día fundamental, y a la vista está que en la actual crisis nuestro acceso al mercado laboral depende mucho de ella. Con esto, no solo estoy hablando de la formación universitaria, sino también de la formación profesional, muy práctica y con unas especializaciones imprescindibles para nuestro tejido productivo. Por tanto desde la acción política se tiene que seguir defendiendo la necesidad de que todos los jóvenes tengan la oportunidad de seguir estudiando, a pesar de los recursos de su familia. Este es un pilar fundamental que se tiene que defender, frente a los ataques de los sectores más reaccionarios que se animan ahora a criticar el actual sistema educativo, para crear un clima de cambio en el que introducir medidas que frenen los avances en igualdad de oportunidades. Por otra parte, como dice la pregunta, no solo se aprende en la universidad o en los institutos, la vida y nuestro compromiso con otra serie de causas hacen que nos formemos en otros aspectos fundamentales para nuestro desarrollo como personas. Y en la política, como en otros campos, se aprende mucho.
P.- Una familia numerosa es una bendición para una pareja casada o de hecho... ¿Y esto de abortar es simplemente un pecado horroroso que no debe de estar ni siquiera regulado por la ley?
R.- Creo que cada uno tiene el derecho a elegir el modelo de familia que quiere tener. De planificar un proyecto vital. Con respecto al debate en torno a la ley de seguridad sexual e interrupción voluntaria del embarazo, desde Juventudes Socialistas defendemos que cada mujer pueda elegir cómo quiere que sea su maternidad y que el Estado aporte una seguridad jurídica para esa decisión. Lo que no podemos es seguir con una venda en los ojos permitiendo que mediante lagunas jurídicas la interrupción del embarazo se tenga que realizar bajo supuestos que no son los reales. Dotarnos de un sistema de plazos como en el resto de Europa, garantiza que el difícil trance de una decisión que debe ser el último escalón de otros peldaños como son: los métodos anticonceptivos, la educación sexual, la planificación familiar o la píldora postcoital, etc. Si otros partidos quieren plantear el debate sobre aborto sí o no, que lo digan sin tapujos y lo defiendan ante la opinión pública, pero sin demagogia.
P.- Juventud divino acertijo, aunque también puede ser divino tesoro... ¿Y el futuro de la juventud cuando se es joven está en los botellódromos que se instalan para que el consumismo sea diálogo e intercambio de ideas?
R.- No creo que la solución para frenar el problema del consumo abusivo de alcohol sea crear espacios para que el problema se aleje de nuestros ojos. Otra cosa es que el problema para las autoridades sea que los jóvenes tomemos los espacios públicos, cada vez más reducidos y no el consumo de alcohol. Para frenar el abuso de alcohol se debe hacer hincapié en la educación desde muy jóvenes, pero lo que si demuestran los estudios sociológicos es que los jóvenes queremos disfrutar de nuestro ocio con los amigos en espacios abiertos. Si se consigue el equilibrio entre el respeto a los que quieren disfrutar del descanso y el derecho a ocupar los espacios públicos habremos sido capaces de encauzar el problema.
P.- Hay que estar bien ordenados para convivir, y ya que no se puede atentar contra los derechos de los demás... ¿Y la Ordenanza de la Convivencia es uno de los mejores logros del PP municipal que gobierna y administra en el Ayuntamiento de Granada?
R.- No me parece mal intentar regular ciertos aspectos de la convivencia, pero de ahí a regular hasta el consumo de pipas en la calle, me parece excesivo. Es lo que decía antes, poco a poco van poniendo límites al disfrute de los espacios públicos, hasta que terminemos por sacralizar la plaza o la calle, y solo sirvan de decorado en semana santa o fiestas de guardar… Una ciudad sin vida en sus calles, es una ciudad sin alma.
P.- La generación Ni-Ni quizá sea producto de la decadencia y la gilipollez sin conciencia social de persona humana... ¿Y el desempleo juvenil español, el más alto o de los más altos de la Comunidad Europea, es producto de que los jóvenes de los partidos políticos no gobiernan ni mandan en sus formaciones políticas?
R.- El paro juvenil es un problema en el que intervienen muchos factores, entre otros falta de tejido empresarial capaz de absorber el número de profesionales cualificados, pero este es un problema que en un horizonte de corto o medio plazo va a ir mejorando. El principal problema son aquellos jóvenes que dejaron su formación por trabajos donde no se le exigía dicha especialización. Desde el gobierno se han impulsado medidas para que se pueda convalidar esa experiencia laboral, por títulos donde se acredite la misma, y hay que seguir ahondando en esta necesidad. Por otra parte, tenemos que empezar a cambiar el chip y apostar porque esta generación sea una generación de emprendedores, y para ello es necesario que las instituciones se impliquen en ello también.
P.- La democracia hay que pelear por ella todos los días... ¿Y usted cree que en los partidos políticos existe la democracia interna?
R.- Debe de existir y además ser exigible por parte de la ciudadanía, puesto que los partidos son el instrumento para la participación política según establece nuestra constitución. Yo en el que milito, puedo asegurar que existen, y podemos ver muchos procesos en los que la democracia interna esta presente. No todos los partidos pueden decir lo mismo.
P.- El verbo afanar, vulgo robar, es delicioso si no te cogen... ¿Y esto de la corrupción política lo entienden en las juventudes de los partidos políticos, o es poco entendible por ladrón?
R.- De ninguna manera, y además nos hace un daño terrible como sociedad a todos. Es ir contra las reglas de las que nos hemos dotado como comunidad. Es faltarle a la confianza depositada por los ciudadanos, y tiene que despertar un rechazo unánime por parte de todos los agentes sociales. Y además, porque pone en duda a una gran mayoría de personas comprometidas por mejorar su entorno, de todos los partidos políticos, frente a una minoría que quiere aprovechar su posición para el enriquecimiento propio.
P.- Cuando se es joven se es idealista... ¿Y las ideologías políticas no son un cepo enorme para las juventudes de un partido político, y porque pueden cuadricular demasiado e iluminar hacia el integrismo político poco recomendable?
R.- La militancia en una organización política, no significa que no se puedan tener diferentes puntos de vista frente a un mismo tema. De hecho, siempre he sostenido que si alguien está al 100% de acuerdo con lo que defiende un partido, poco le puede aportar al mismo. No podemos crear holligans de partido, sino militantes comprometidos con unos valores comunes, leales a las decisiones democráticas pero siempre con una mentalidad critica que persigan el constante avance de nuestras ideas.
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