STÉPHANE KOCHE DENUNCIA LA PERSECUCIÓN DE LOS HOMOSEXUALES EN ÁFRICA
En Mauritania, Sudán y las regiones del norte de Nigeria y del sur de Somalia la homosexualidad se castiga incluso con lapena de muerte. En total 39 de los 54 estados del continente africano penalizan la homosexualidad, la inmensa mayoría con penas de cárcel, y según denuncias organizaciones internacionales, la homofobia en el continente está aumentando.
Para el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales COLEGAS el continente africano es el principal foco mundial de "homofobia de estado" y por ello, junto con Juventudes Socialistas de Andalucía, han iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir cambios legislativos en Camerún.
La campaña pretende apoyar la labor que realiza la Asociación de Defensa de los Homosexuales de Camerún (Adefho), solicitando a las autoridades de Camerún que cese el hostigamiento a los miembros de dicha asociación y que se elimine el “delito de homosexualidad” de su ordenamiento jurídico.
Para ambas asociaciones las leyes que asesinan o encarcelan a personas por mantener en privado relaciones homosexuales constituyen una violación grave de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, especialmente del derecho a la vida, a la intimidad, a no sufrir discriminación y a la libertad de expresión y asociación.
ACTOS EN ANDALUCÍA:
Durante esta semana Stéphane Koche, miembro activista de ADEFHO, recorre varias ciudades andaluzas de la mano de COLEGAS y Juventudes Socialistas para activar las protestas internacionales dirigidas contra su propio gobierno.
En los stands informativos que ya han instalado en Jaén y Granada ambas asociaciones muestran un mapa del mundo con el título "El mundo no es de color de rosa" diseñado por Amnistía Internacional con los datos de los más de 70 países que condenan la homosexualidad en el mundo. Además jóvenes con moratones y heridas simuladas invitan a la gente a firmar contra esta realidad legal a la vez que muestran el cartel "En Camerún podría acabar así... por ser homosexual".
La Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Granada ha acogido también esta semana un FORO DE DEBATE en el que Gonzalo Serrano, presidente provincial de COLEGAS, y Laura Sánchez, secretaria de Cooperación e Integración de JSA en Granada, presentaron a Stéphane Koche. El foro tenía como objetivo conocer la situación en Camerún y planificar nuevas acciones reivindicativas para seguir apoyando a ADEFHO. En el foro se creo un grupo de trabajo mixto, con jóvenes de COLEGAS y JSA que presentará propuestas concretas la semana próxima.
Por su parte Juventudes Socialistas ha asumido el compromiso de llevar la recogida de firmas a lo largo de Septiembre a lospequeños y medianos municipios de las provincias andaluzas, lugares donde las personas homosexuales suelen ser menos visibles.
SITUACIÓN EN CAMERÚN
"Nuestro gobierno no nos escucha, para la mayor parte de la sociedad camerunesa los homosexuales son animales y no personas, la homosexualidad es un tabú y la violencia homófoba es cotidiana", comenta Stéphane Koche junto a su esposa Sabine, ambos voluntarios de Adefho.
En Camerún la ley prevee condenas de 6 meses a 5 años para cualquier persona que mantenga relaciones sexuales con otra persona del mismo sexo. Además hay grupos organizados que persiguen a los homosexuales para darles palizas o denunciarlos ante la policía, tendiéndoles trampas en la calle o a través de internet.
Por otro lado Stéphane denuncia la celebración en Camerún el pasado 21 de agosto de la primera jornada mundial contra la homosexualidad. "En 2005 el arzobispo católico de Yaoundé inicio una campaña de desprestigio contra la población homosexual desde el púlpito y desde entonces ha habido una escalada de violencia, con la connivencia de los medios de comunicación y de supuestas asociaciones pro-derechos humanos que incluso piden el endurecimiento hasta los 15 años de las penas de cárcel para los homosexuales".
Stéphane fue detenido recientemente por organizar unas jornadas para hablar sobre derechos humanos y homosexualidad. "A las 3 horas me liberaron, porque me defendí, porque conozco mis derechos y sé que no tenían nada de lo que acusarme... en cambio me imagino lo mal que debe de sentirse un homosexual cuando le detienen y le acusan de serlo, al temer que efectivamente pueda haber pruebas en su contra".
La ley en Camerún tan sólo condena la práctica de relaciones homosexuales y no la expresión de ideas, sin embargo Stéphane denuncia que el sistema judicial no funciona correctamente y los jueces se dejan llevar por los prejuicios sociales, condenando en demasiadas ocasiones por homosexualidad a personas sin que se haya probado feacientemente la existencia de relación homosexual, simplemente basándose en el testimonio de terceros o por las apariencias.
EL PERSONAJE: STÉPHANE KOCHE https://twitter.com/
Hace 7 años Stéphane Koche era simplemente un joven heterosexual con los mismos prejuicios homófobos que la mayoría de sus conciudadanos. Sin embargo en 2005 conoció a la presidenta de ADEFHO, una abogada, también heterosexual, que lucha desde 2003 por conseguir el cambio social y legal que permita a los homosexuales vivir con dignidad en Camerún.
"Discutíamos mucho: ella me daba argumentos racionales y yo le contestaba con un montón de prejuicios. En una ocasión le dije: 'Si a mi un homosexual me tira los tejos le pegaría e insultaría, porque eso sería inadmisible'. En cambio, meses después de debatir con ella un joven gay se me insinuó y, para mi sorpresa, mi reacción fue calmada y le dije simplemente que yo no tenía su misma orientación sexual".
Stéphane se dio cuenta aquel día de que algo había cambiado en él y lo comentó con varios amigos. "De nuevo volví a sorprenderme: varios de mis mejores amigos me confesaron entonces que ellos eran homosexuales, y me contaron lo mucho que habían sufrido y sufren por no poder decírselo a nadie, por tener que ocultarse, por sentir miedo a diario de que te puedan meter en la cárcel o dar una paliza".
Stéphane cuenta que fue entonces cuando decidió unirse a ADEFHO porque comprendió que para los homosexuales era mucho esfuerzo el poder asumirse y aceptarse a si mismos en una sociedad tan homófoba, y que por tanto era muy difícil que ellos mismos pudieran defenderse y asociarse, especialmente al estar la homosexualidad penada por la ley.
"Me siento muy orgulloso cada vez que puedo ayudar a sacar a algún joven homosexual del calabozo o de la cárcel, sin embargo la impotencia es muy grande porque sabemos que al salir de la cárcel estos jóvenes están socialmente marcados y entonces comienzan nuevos problemas para ellos, con la familia y con su entorno... por eso necesitamos el apoyo internacional, para ayudar a cambiar esta realidad".
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