MANIFIESTO DE LAS JSA GRANADA CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
8 DE MARZO,
DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES
En las primeras luces del S. XX empiezan a nacer los
movimientos feministas que reivindicarán a lo largo de todo el siglo los
derechos de las mujeres trabajadoras y como tal el primero de ellos, el derecho
al sufragio. Es en agosto de 1910, cuando, reunida en Copenhague, la II Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas, se reiteró la demanda
del sufragio universal para todas las mujeres y aprobó la resolución propuesta
por Clara Zetkin, proclamando así el 8 de marzo como el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora.
Así pues, hoy, 8 de Marzo sigue siendo la jornada en
la que las mujeres de todo el mundo alzamos la voz para seguir manifestando las
desigualdades que sufrimos día a día. Que las mujeres pueden, eso ya lo
sabíamos, que han llegado a puestos de responsabilidad y que pueden desempeñar
cualquier ocupación, también. Nuestro cuestionamiento es otro: ¿Cuánto tiene que sacrificar una mujer
para demostrar su valía?
La brecha de desigualdad entre mujeres y hombres,
según las instituciones europeas, ha disminuido enormemente, sobretodo en
comparación con el resto de países de nuestro alrededor sin embargo la cifra es
aún escandalosa. La modernización industrial y los procesos de globalización
han producido un efecto, a priori, positivo en las relaciones laborales sin
embargo también han influido fuertemente en las relaciones de género aunque con
un efecto contrario, la desigualdad laboral entre hombres y mujeres alcanza una
magnitud insostenible.
Las condiciones de acceso al trabajo no son
igualitarias, las posibilidades de continuidad o promoción en el mismo no son
igualitarias y por desgracia los
salarios no son igualitarios.
La incorporación de las mujeres al mercado laboral
ha sido falsa, desigual e injusta, tras la ilusión de un salario y una
independencia económica se ha relegado a la mujer a una vida laboral precaria y
basada en servicios auxiliares y poco cualificados. El mercado, en su
representación paradigmática del poder patriarcal, ha utilizado –en la
expresión más cruel de la palabra- a la
mujer negándole su proceso de empoderamiento y fomentando una posición de
subordinación constante dentro de la estructura de relaciones laborales.
La premisa de partida para la mujer trabajadora es que -en los sistemas económicos
neoliberales- se oculta la actividad doméstica de la madre y la esposa -base
esencial de la producción de la vida y de las fuerzas de trabajo- La
incorporación de la mujer al mercado
laboral solo está permitida tras el pago de un precio que no se le exige al
hombre: dejar cumplidas sus funciones del rol asignado, pues para tener una vida pública hay que tener resuelta
la vida privada.
Desde las JSA
GRANADA exigimos a los poderes públicos que regulen los sistemas de funcionamiento
de los mercados para que sean más flexibles y fomenten la incorporación de las mujeres. Defendemos y
defenderemos las políticas de conciliación que se diseñen pensando en las
mujeres, lucharemos por la garantización
de las políticas de Igualdad que tanto nos ha costado conseguir y exigiremos
que la perspectiva de género sea transversal en todas las políticas - con especial hincapié en las de empleo- que se
desarrollen desde los niveles
locales, autonómicos, nacionales o internacionales.
JUVENTUDES
SOCIALISTAS DE ANDALUCIA EN GRANADA
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