El pasado 26 de Junio cumplía siete años la ley 13/2005 de la Constitución Española, la ley que hoy día conocemos mayormente como la ley del Matrimonio Igualitario. Siete años hace que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero diera un paso más allá en libertades sociales, un paso más hacia una sociedad más igualitaria. Hace siete años que una mayoría social, parlamentaria, y política apoyaba una ley que otorgaba derechos a los homosexuales que hasta ese día no tenían. Hace también siete años que el Partido Popular interpusiera un recurso en el Tribunal Constitucional que negaba ese derecho, que negaba la felicidad y la dignidad de un colectivo que no deja de pertenecer a la ciudadanía.
Estoy convencido que la diversidad hace la fuerza, y desde siempre, la derecha ha utilizado ese miedo a “lo diferente” para atentar contra los derechos de los ciudadanos y ciudadanas. Con la ley de matrimonio igualitario se perseguía recoger a las distintas identidades y reconocer la dignidad de todos y de todas aquellas que hasta entonces no la tenían. Ahora el cometido de los y las socialistas es convertir ese modelo de diversidad en un modelo de Igualdad. Las circunstancias en las que vivimos no pueden dar a pie en la reducción de libertades, de derechos que hemos adquirido con el tiempo e incluso en tiempos peores. Debemos dar un paso más y luchar contra una de las grandes lacras sociales como son la homofobia y la transfobia. ¿Por qué puede ser multado un niño por insultar a su profesor y no por insultar a su compañero de clase diciéndole “maricón”? Debemos eliminar el estigma de la unión entre transexuales y prostitución. Son cosas que nos quedan por trabajar y lamentablemente el gobierno que actualmente tenemos no está por la labor de trabajar por una igualdad real sino todo lo contrario, estamos viendo que la Igualdad que concebimos los y las socialistas, no es ni mucho menos la misma que tiene en mente el Partido Popular.
El problema que tenemos en la actualidad es que ni el Gobierno, ni la sociedad en general cree en la Igualdad, lo ve como algo superficial, algo secundario que está ahí pero que no es funcional. Para la igualdad nunca hay momento, nunca hay dinero, nunca hay esperanza. Somos los y las jóvenes, como principales activistas, los que tenemos que demostrar que esto no es así y tomar las riendas llevando el mensaje de encontrar el momento, que es YA, de una sociedad igualitaria. Hay que dejar claro que la orientación sexual, en la actualidad, no es ningún motivo de exclusión social.
Lo mismo que no concibo la hipocresía de considerarse “de izquierdas” y ser machista, homófobo o racista, no concibo la hipocresía de querer hacer lo mejor por los ciudadanos y ciudadanas y coartarles un derecho tras otro como el de la interrupción voluntaria del embarazo, derecho ya adquirido de la mujer, el de una muerte digna o uno de los derechos fundamentales no solo en España si no en el mundo, el de una educación y sanidad pública. No concibo que se hable de igualdad sin creer en ella. Yo creo en la Igualdad y por ello me uno al trabajo continuo que se hace por convertirla en una realidad.
Hoy Día del Orgullo del colectivo LGBT os pido que os sintáis orgullosos y orgullosas seáis homosexuales, heterosexuales, bisexuales, transexuales… porque no es algo que os haga diferentes ante la sociedad, lo que os hace únicos e únicas es vuestra persona, vuestro círculo de amigos y amigas, vuestra familia y vuestras ganas de cambiar las cosas.
Acabo con mi frase favorita, citando a Gandhi:
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Sé ese cambio que nos haga a todos y a todas iguales.
Andrés Sánchez
Secretario de Igualdad y Ciudadanía de las Juventudes Socialistas de Andalucía
